Nosotros

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jueves, 23 de junio de 2011

Resolviendo pendientes

Falta poco mas de un mes para que este proyecto llegue a cumplir su objetivo, y precisamente hoy me preguntaban en la oficina ¿Y que tal, ya sientes los nervios por la boda?. Resulta que Cris y yo hemos estado tan ocupados que al menos yo no me había parado a reflexionar en el tiempo, bien me lo dijo una amiga que se casó apenas en Diciembre: "Cuando menos te des cuenta ya vas a estar allí", y de eso hace ya como tres o cuatro meses.

El caso es que al parecer todo va según la agenda, así que Cris y yo nos estamos tomando las cosas con calma y no ha habido razón alguna que de cabida al estrés o que sea motivo de discusión, no se si sorprendente o no pero todos los detalles que han surgido hasta el momento los hemos resuelto de la mejor manera; y la verdad para mi si que es digno de reconocer ya que generalmente le encuentro un pero a todo, además que algunos conocidos nos comentaron que la organización de la boda es el principal motivo de las primeras discusiones de telenovela que tienen la mayoría de los futuros esposos: que si el "color" de la boda, que si el "tema", que si en el menú ella quiere espagueti y el ensalada, que el diseño de los anillos, que el sabor del pastel... y un largo etc.

Cabe destacar que como bien dicen: "hombre prevenido vale por dos", y antes de embarcarme de lleno en esta odisea me documente lo mejor que pude de todo (o lo mayor parte, espero) lo que se debe considerar para la boda y principalmente de "todo" aquello que la Novia espera del susodicho durante los preparativos de la misma. Sucede que sinceramente no me gusta emprender cualquier cosa sin antes tener un ápice de conocimiento de lo que se trata, esto es en parte por mi personal forma de ser y en otra que debido a mi profesión de Ingeniero, se por experiencia que "el proveedor no necesariamente conoce más del tema que tú, aún cuando por definición tú no sepas absolutamente nada". Así que no me apetece ponerme completamente en manos del "experto". Por otro lado Cris es partidaria del lema: "Hágalo usted mismo" así que nos ahorramos a la coordinadora de bodas y toda la agenda corre por nuestra cuenta, cosa que al menos a mi me ha parecido excelente sobre todo desde que escuche a mi tía comentar en la boda de su hijo: "Si pudieron solos con la boda, es mas probable que puedan con el matrimonio".

Así pues ya están listos o apartadas las fechas para: la Iglesia, el registro civil, el salón, el banquete, la música para la iglesia, luz y sonido para la fiesta, el estudio fotográfico y el adorno del salón. Así mismo, ya están entregadas la gran mayoría de las invitaciones, ya hicimos el pre-estudio fotográfico, Cris ya fue a su prueba de maquillaje y peinado (del vestido no estoy bien informado), ya visitamos a nuestros padrinos para la ceremonia religiosa, ya escogimos los anillos, y hoy precisamente fui a una casa de venta y alquiler de ropa de etiqueta para elegir el atuendo del accesorio mas importante para la Novia, Yo. Ya fuera de broma, elegir la vestimenta del novio fue fácil, pero no tanto como yo hubiera querido en un principio, mi idea original era vestir unos de mis trajes, comprar una camisa, una corbata a juego, zapatos y listo, ¡ya esta el Novio!. Obviamente al final no fue así, de tal suerte que me avoqué a leer sobre etiqueta masculina y al final ya con una idea en mente fui a tomar la decisión final. Dentro de una gran lista de pendientes una palomita más.

Faltan sin embargo un sin fin de cosas a considerar entre las que destacan: Hacer confirmaciones de las invitaciones, el itinerario de la fiesta, ultimar detalles de la música, la última cita con el fotógrafo... De hecho es ultimar detalles en general. Por lo pronto a nuestra lista de pendientes se ha sumado una fiesta más de XV años. Queda mucho por hacer...